Un cacho de cultura.....bien se merece el tema de Las Mentiras! así que ahí va éste maravilloso cuento de Cortazar, libro en el que se basó la pelicula argentina "Mentiras Piadosas" filmada hace dos años. El cuento original es fabuloso!! se los recomiendo!! tiene 14 paginas y yo lo abrevié en 2....perdon Julio. Espero que lo abreviado los tiente los suficiente para leerlo completo.Julio Cortázar
(1914-1984)
La salud de los enfermos
(Todos los fuegos el fuego, 1966)
(1914-1984)
(Todos los fuegos el fuego, 1966)
Cuando inesperadamente tía Clelia se sintió mal, en la familia hubo un momento de pánico y por varias horas nadie fue capaz de reaccionar y discutir un plan de acción, ni siquiera tío Roque que encontraba siempre la salida más atinada. . Si tía Clelia tenía que guardar cama era necesario encontrar alguna manera de que mamá no sospechara que estaba enferma... ya lo de Alejandro se había vuelto tan difícil …su salud no lo soportaría.
Alejandro se había matado en un accidente de auto a poco de llegar a Montevideo donde lo esperaban en casa de un ingeniero amigo. Ya hacía casi un año de eso para todos, menos para mamá ya que para mamá Alejandro estaba en el Brasil donde una firma de Recife le había encargado la instalación de una fábrica de cemento.
Con el acuerdo tácito de Rosa y de Pepa, decidieron las primeras medidas,… y todos estuvieron de acuerdo con lo que había pensado el tío Roque. Fue así como una empresa brasileña contrató a Alejandro para que pasara un año en Recife. Mamá tenía que comprender que eran nuevos tiempos, que los industriales no entendían de sentimientos, pero Alejandro ya encontraría la manera de tomarse una semana de vacaciones a mitad de año y bajar a Buenos Aires.
La familia se fue habituando, a María Laura, la novia de Alejandro le costó más pero sólo tenía que ver a mamá los jueves; un día llegó la primera carta de Alejandro y Carlos se la leyó al pie de la cama.
A Alejandro le había encantado Recife, hablaba del puerto, de los vendedores de papagayos y del sabor de los refrescos,.. de los ananás y que el café.... Mamá pidió que le mostraran el sobre, y dijo que habría que darle la estampilla al chico de los Marolda que era filatelista.
Al otro día mamá llamó a Rosa y le dictó una carta para Alejandro, preguntándole cuándo iba a poder tomarse vacaciones. Le explicó cómo se sentía y también le dijo que María Laura la visitaba sin faltar ni un solo jueves. Cuando la carta estuvo escrita, mamá la firmó al pie con un lápiz, y besó suavemente el papel.
A los cuatro o cinco meses, después de una carta de Alejandro en la que explicaba lo mucho que tenía que hacer, mamá insistió en que ya era tiempo de que se tomara unas vacaciones y viaja a Buenos Aires.
–Vaya a saber si el pobre podrá venir –comentó Rosa como al descuido–.
Mamá siguió dictando como si no hubiera oído. Su salud dejaba mucho que desear y le hubiera gustado ver a Alejandro, aunque sólo fuese por unos días.
–Mirá –le dijo tío Roque a Carlos cuando esa noche se quedaron solos para su partida de dominó–, yo creo que esto se va a poner feo. Habrá que inventar alguna cosa plausible, o al final se dará cuenta.
–Qué sé yo, tío. Lo mejor será que Alejandro conteste de una manera que la deje contenta por un tiempo más. La pobre está tan delicada...
Mamá leyó sin hacer comentarios la respuesta evasiva de Alejandro.
–¿Por qué no va a poder viajar? –preguntó mamá.
–¿Fractura de tobillo? –dijo mamá. Escribile vos, nomás. Decile que se cuide
Ese jueves se cumplían diez meses de la partida de Alejandro al Brasil. La empresa estaba tan satisfecha de sus servicios, que unas semanas después le propusieron una renovación del contrato por otro año.
–Alejandro fue siempre el más inteligente –dijo mamá–.
. Al otro día se enfermó tía Clelia; los desmayos parecían cosa pasajera, pero el doctor Bonifaz habló con tío Roque y aconsejó que internaran a tía Clelia en un sanatorio. A mamá le dijeron que tía Clelia estaba con una jaqueca que no la dejaba moverse de la cama y se iba a ir de vacaciones a una quinta
Esa noche mamá durmió mal y desde el amanecer preguntó por Clelia Tía Clelia acababa de morir y habían decidido velarla en la funeraria.
A las ocho llamaron a la quinta desde e1 teléfono de la sala, para que mamá pudiera escuchar la conversación, y por suerte tía Clelia había pasado bastante buena noche aunque el médico de Manolita aconsejaba que se quedase mientras siguiera el buen tiempo
La salud de mamá empeoró .
–Qué buenos fueron conmigo –dijo mamá–. Todo ese trabajo que se tomaron. para que no sufriera.
–Tanto cuidarme... –dijo mamá, y Pepa apretó la mano de Rosa. Pero Carlos, a los pies de la cama, miraba a mamá como si supiera que iba a decir algo más.
–Ahora podrán descansar –dijo mamá–. Ya no les daremos más trabajo.
Tres días después del entierro llegó la última carta de Alejandro, donde como siempre preguntaba por la salud de mamá y de tía Clelia. Rosa, que la había recibido, la abrió y empezó a leerla sin pensar, y cuando levantó la vista porque de golpe las lágrimas la cegaban, se dio cuenta de que mientras la leía había estado pensando en cómo habría que darle a Alejandro la noticia de la muerte de mamá.
–Tanto cuidarme... –dijo mamá, y Pepa apretó la mano de Rosa. Pero Carlos, a los pies de la cama, miraba a mamá como si supiera que iba a decir algo más.
–Ahora podrán descansar –dijo mamá–. Ya no les daremos más trabajo.
Tres días después del entierro llegó la última carta de Alejandro, donde como siempre preguntaba por la salud de mamá y de tía Clelia. Rosa, que la había recibido, la abrió y empezó a leerla sin pensar, y cuando levantó la vista porque de golpe las lágrimas la cegaban, se dio cuenta de que mientras la leía había estado pensando en cómo habría que darle a Alejandro la noticia de la muerte de mamá.
Es muy bueno. No lo conocía. Voy a ponerme en campaña para leerlo completo. Gracias por compartirlo.
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